¿Obras faraónicas o elefantes blancos?
- Fernanda de la Torre V
- 17 sept 2023
- 3 Min. de lectura

āEl hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las PirĆ”mides'. Proverbio Ć”rabe
Cuado leo la frase āobras faraónicasā, como admiradora de esa cultura, pienso en las magnĆficas obras que realizaron los faraones del Antiguo Egipto como las pirĆ”mides de Giza A
Si bien el diccionario define faraónico como grandioso o fastuoso, hoy en dĆa cuando leemos en los medios āobras faraónicasā la frase refiere a obras enormes, costosas y de utilidad dudosa. HabrĆa que ver si esta expresión es correcta, o si deberĆamos llamarlas mejor elefantes blancos.
Cuando los faraones construyeron sus magnĆficos monumentos, tenĆan en mente su descanso eterno y ganar el favor de los dioses. Sin embargo, la construcción de obra pĆŗblica, como es sabido, tiene incontables beneficios. Si algo maravilla al ver las pirĆ”mides, es la hoy invisible fuerza que permitió construirlas: una sociedad muy avanzada, organizada bajo el mando de un gobernante, unida por una creencia. Arquitectos, ingenieros, astrónomos, obreros (la idea de que las pirĆ”mides fueron construidas por esclavos ya fue desmentida por los arqueólogos) lograron construir la piramide de Jufu (Keops) la cual serĆa el edificio mĆ”s alto construido por el hombre durante los siguientes 38 siglos y es admiradas por millones a 45 siglos despuĆ©s de haber sido construida. Sin duda es grandiosa y fastuosa, con beneficios sociales en su tiempo y tambiĆ©n ha resultado rentable para los actuales habitantes de Egipto: en 2022, 11.7 millones de turistas visitaron Egipto y los ingresos registraron 10.700 millones de dólares.
La expresión āun elefante blancoā se refiere a las obras pĆŗblicas en las que se invierte mucho dinero y Ć©sta queda inconclusa, no funciona o su mantenimiento resulta excesivamente elevado; donde ademĆ”s, sus costos superan por mucho a su beneficio social. La expresión tiene su origen en la antigua Tailandia. Los elefantes blancos, que mas bien eran rosados o gris claro, eran considerados sagrados. Cuando los reyes estaban descontentos con alguno de sus sĆŗbditos, le regalaban un elefante blanco. La comida y cuidados que requerĆa el especial paquidermo eran tantos, que llevaban al sĆŗbdito en cuestión a la ruina financiera.
En nuestro planeta, tenemos grandes ejemplos de elefantes blancos, nacidos de una mala gestión y del despilfarro de muchos polĆticos como El Palacio del Parlamento en Bucarest, construido en la Ć©poca comunista, hoy se encuentra desocupado en un 70% debido al costo de su mantenimiento; el Estadio OlĆmpico en Montreal, CanadĆ” o el Hotel Ryugyong, en Corea del Norte.
Esta semana, en entrevista con JoaquĆn López Dóriga, el secretario de Hacienda, Rogelio RamĆrez de a O, reconoció que el Tren Maya, cuyo presupuesto inicial fue de 150 mil millones de pesos y terminarĆ” costando 500 mill millones de pesos, mĆ”s del triple.De acuerdo con Sergio Negrete CĆ”rdenas: āCon la inversión masiva que recibirĆ” en 2024, alrededor de 10 mil millones de dólares, el costo de Dos Bocas habrĆ” alcanzado 22 mil millones, casi el triple de los ocho mil que el Presidente anunció en 2019 (como un mĆ”ximo, dijo que incluso podĆa ser menos)ā.
El tiempo dirĆ” si obras insignia del presidente López Obrador como la refinerĆa Olmeca (Dos Bocas) o el Tren Maya* son obras faraónicas admiradas al correr de los aƱos; o elefantes blancos, que no servirĆ”n para mucho y que nos costarĆ”n una fortuna.
Buen domingo a todos y gracias por leerme.
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* No incluyo al AIFA, ya a la fecha, es fracaso que opera con pérdidas y eso, sin sumar la cancelación del NAICM.