En el centro comercial dónde suelo ir a comer, el viernes pasado se habilitó un centro de acopio para los damnificados del Huracán Otis. Varias personas caminaban con víveres, bolsas enormes de papel de baño y agua embotellada. Mientras esperaba mi comida, vi en X en primer lugar la etiqueta “NO DONES”. Sorprende, que en un país tradicionalmente solidario como el nuestro, exista en redes sociales esa etiqueta.
El jueves 26 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina, dio a conocer que toda la ayuda para las personas afectadas por el huracán Otis en Guerrero sería repartida a través de la Secretaría de la Defensa y la Secretaría de Marina, a fin de evitar el saqueo o robo. El anuncio del presidente de impedir que las organizaciones sociales o de la sociedad civil ayuden a los damnificados, provocó una justa indignación en redes sociales. Al leer los posts en X bajo la etiqueta “NO DONES”, me di cuenta que no se trata de no apoyar a lo damnificados, sino que es una llamada de no realizar donaciones al gobierno, sino a otras organizaciones como la Cruz Roja Mexicana, Coppel, Walmart o Soriana.
Cada uno sabrá qué hacer, si quiere apoyar y cómo hacerlo. Mi humilde punto de vista es que nuestra solidaridad no se puede ver condicionada por las decisiones equivocadas de un gobierno que a todas luces no tiene claro qué debe hacer, o por los actos de rapiña de una población desesperada. Nuestra solidaridad es más grande que las malas decisiones de otros. Mucho tendremos que denunciar y condenar por el mal manejo de esta crisis. Sin embargo, de momento, lo importante es que la ayuda llegue a quienes lo necesitan.
Afortunadamente, la Cruz Roja Mexicana logró pasar y ya está apoyando a los damnificados. En estos momentos, me parece la mejor opción para hacer un donativo.
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