“Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tú derecho a decirlo”. Voltaire
El viernes pasado, se conmemoró en Estados Unidos el Juneteenth, también conocido como: "Segundo Día de la Independencia”, “Día de la Emancipación” y el “Día de la Libertad”, que recuerda el fin de la esclavitud en Estados Unidos. El nombre proviene de una combinación de las palabras en inglés “junio” (June) y “diecinueve” (nineteen).
A pesar de que el presidente Abraham Lincoln había firmado dos años atrás la Proclamación de Emancipación, que liberó formalmente a todos los esclavos, no fue hasta el 19 de junio de 1865 que el general Gordon Granger leyó la Proclamación de Emancipación en la ciudad de Galveston en Texas, el último estado confederado en rendirse ante el Ejército de la Unión. Con la lectura de ese documento, millones de personas dejaban de ser esclavos para ser libres. Una era de explotación, abuso, sometimiento e injusticias, llegaba a su fin. Como bien dijo Manuel Azaña: “La libertad no hace ni más ni menos felices a los hombres; los hace sencillamente, hombres”.
Aunque no es un día feriado federal, Juneteenth es reconocido como feriado estatal en 47 de los 50 estados de Estados Unidos. Este año, tras el asesinato de George Floyd esta conmemoración toma una especial relevancia; no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Es un momento que nos obliga a reflexionar sobre temas como la libertad, justicia racial y discriminación.
En nuestro país, la reflexión sobre racismo tomó relevancia, pero por otras razones. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) anunció como participante en un foro sobre racismo y clasismo al cómico Chumel Torres. Este anuncio levantó ámpula en redes sociales. No sólo eso. La escritora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, exigió a Chumel Torres una disculpa, por haber proferido un insulto racista a su hijo. El presidente, por su parte se pronunció por desaparecer a dicho Consejo y que fuese la Secretaría de Gobernación quien se encargara de sus funciones. Tras el escándalo, el foro fue cancelado, Mónica Maccise, titular del CONAPRED, presentó su renuncia y HBO suspendió el programa El Pulso de la República, dónde Chumel Torres es titular.
Creo que es necesario separar los temas: Primero y lo más importante, los menores de edad no deben ser objetos de burlas o bromas por parte de los adultos. PUNTO. No importa quienes sean sus padres. Si no defendemos a la infancia estamos condenados como sociedad. Los derechos de los niños están por encima de nuestras creencias y de libertad de expresión. La CONAPRED debió haber tomado las medidas necesarias como lo hace en cualquier caso similar.
Por otra parte, en tanto no se vulneren los derechos de menores, existe la libertad de expresión. Podemos estar o no de acuerdo con los comentarios de Chumel Torres, en lo que no podemos discrepar es en el derecho que tiene a expresarlos. La libertad de expresión es la piedra angular de una sociedad democrática. Estamos en un momento en el que es necesario reflexionar cómo cada uno de nosotros puede desempeñar su papel en la construcción de una sociedad más justa y tolerante. La lectura de los comentarios en Twitter sobre Chumel me hicieron recordar el poema de Martin Niemöller (mismo que frecuentemente se atribuye erróneamente a Bertold Brecht), titulado: “Primero vinieron…” que hoy es lectura y reflexión obligada.
"Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada,
porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada,
porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada,
porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí, y no quedó nadie que hablara por mí.”
Espero tu opinión dejando un comentario en el blog, en mi cuenta de Twitter @FernandaT o en mi correo: info@neteandoconfernanda.com
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