Amado Nervo escribió este poema, sobre la parálisis que sentimos cuando nos sentimos atraídos por alguien. El miedo a sufrir por amor. Atinadamente el bardo de Tepic, como se le conoce también a Nervo tituló el poema: Cobardía.
El tema fundamental del poema es el miedo a sufrir por amor, la seguridad que tiene el poeta en que aquel que ama está condenado a sufrir y es por tanto preferible evitar el encuentro amoroso. Cobardía a amar… necesidad de huir en silencio del amor.
Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! ¡Qué rubios cabellos de trigo garzul! ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul...
Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡me clavó muy hondo su mirada azul!
Quedé como en éxtasis... Con febril premura, «¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par. ...Pero tuve miedo de amar con locura, de abrir mis heridas, que suelen sangrar, ¡y no obstante toda mi sed de ternura, cerrando los ojos, la dejé pasar!
Leía el poema titulado Cobardía de Amado Nervo el otro día y no pude evitar sentirme identificada con el sentimiento del poeta. Muchas veces el alma te grita una cosa y la mente te paraliza y nos da miedo amar con locura (como en este caso) o bien arriesgarnos a realizar nuestros sueños, apostar por nuestros sueños guajiros, pedir un aumento, buscar un empleo, confrontar a un amigo para no perder la amistad. Lo que ustedes quieran (quieran, gusten y manden, diría mi abuela Dora).
La primera vez que lo leí en la secundaria, me pareció cursi y superficial. Ahora me parece un triste retrato de la realidad de muchos que nos falta autoestima y por miedo dejamos ir oportunidades que quizá no se vuelvan a presentar. Hace unos meses me pasó una situación similar a la de Amado Nervo, pero no en la calle, en el salón de belleza, (de todos los lugares). Yo no cerré los ojos, pero ignoré a un hombre guapísimo que me trataba de sacar conversación y yo, sintiéndome incómoda por el lugar el pelo con tinte y la bata horrible que te ponen, contesté con monosílabos pidiendo a Dios que me tragara la tierra, ante la mirada atónita de Erika, Olav y Sandra que nos atendían respectivamente. Cuando se fue mi vecino muy bien peinado, Sandra y Erica me decían ¿Pero por qué no lo hablabas? ¿No te fijaste que era guapísimo? Mi defensa fue que no tenía mis anteojos y no veía nada, pero más que mi miopía, el problema se debe a mi inseguridad. Mejor reconocerlo que negarlo. Imposible saber si el hombre sentado junto de mí era o no el amor de mi vida, pero lo que me quedó claro es que el miedo o inseguridades te puede hacer perder oportunidades y tenemos que alejarlos de nuestra alma como la peste.
Sólo nos quedaría, tras la lectura de este poema, valorar si realmente el amor únicamente lleva consigo sufrimiento o si en cambio merece la pena arriesgarse. Si Nervo considera su comportamiento cobarde, está reconociendo por tanto que debería haberse atrevido… Lo que está claro es que también está sufriendo al dejarla marchar.
Mañana es San Valentín, o día del amor y la amistad.
Espero tu opinión en @FernandaT
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