Comparto mi colaboración para Contrapeso ciudadano http://www.contrapesociudadano.com/una-cosa-es-copiar-y-otra-aprender/
Cuando leí los comentarios sobre la frase de Esteban Moctezuma, Secretario de Educación, apoyando que se copiara en los exámenes pensé que era un error. La errada era yo. Efectivamente, en su participación en el programa radiofónico de Carmen Aristegui el jueves de la semana pasada, nuestro flamante secretario de educación dijo: “Te pongo el ejemplo. A ti y a mí nos regañaban por copiar o porque te copiaran. Ahora se vale copiar y se debe copiar, ¿por qué? Porque se debe trabajar en equipo. Ahora los niños deben aprender a que el conocimiento se genera en lo individual y en lo social. Entonces, cuando un maestro le diga a los niños: ‘investiguen que significa el cambio climático’ pues entonces van a hacerse grupos, investiguen juntos, hagan sus notas, juntos expongan”. Un poco más adelante durante la entrevista, recalcó: “Que los exámenes Carmen, más que ser la expresión del conocimiento de un niño, se van a hacer de manera grupal. Si un maestro dice tenemos este problema y hay que resolverlo, entonces el salón se divide en grupos y cada grupo tiene que investigar…”
Vamos por partes. Una cosa es copiar, y otra muy diferente el aprendizaje cooperativo. El aprendizaje cooperativo se basa en que cada estudiante intenta mejorar su aprendizaje y resultados, pero también el de sus compañeros; mientras que un plagio es el acto de copiar o parafrasear el trabajo o ideas de otros sin el reconocimiento explícito de su autoría. El apropiarse del esfuerzo de otro es algo que no sólo no debe ser promovido, sino castigado. En España, por ejemplo, existe la preocupación de que no haya una normativa general acerca de qué acciones disciplinarias se deben tomar ante un caso de que un alumno sea sorprendido copiando en la Universidad. En la mayoría de los casos, la decisión recae en el maestro, y por lo mismo, puede variar. Se busca una sanción generalizada para todo el país. En Estados Unidos un sondeo que abarcó a más de 20 mil alumnos, arrojó que más del 80 por ciento de los participantes admitió haber copiado sin haber sido descubiertos. El Josephson Institute of Ethics concluyó: “En cuestión de honradez y rectitud vamos de mal en peor”.
El problema con “copiar” en un examen, como sabemos bien, además de la falta de honradez, es que podemos pasar el examen (si no nos descubren) pero no se aprende igual. Recuerdo a una maestra en la escuela que nos recomendaba hacer “acordeones” para el examen y los calificaba. Eso sí, no nos permitía utilizarlos. Nos volvimos expertas en hacer resúmenes y más resúmenes para los dichosos acordeones y acomodarlos en lugares insospechados como suelas de zapatos o grabarlos en bolígrafos. Lo cierto es que después del trabajo de elaborarlos, nunca necesitamos usarlos, ya que al elaborarlos habíamos entendido perfectamente la asignatura. Si copiamos, probablemente no seremos descubiertos y aprobaremos la materia, pero pronto olvidaremos lo aprendido. Y eso no sirve de nada.
Sin duda, el trabajo en equipo es importante y el saber trabajar en equipo una cualidad muy deseable. Dicho lo anterior, considero que es aún más importante que un líder sepa dar el reconocimiento a otros por su trabajo, que no se lo apropie y haga pasar suyo. No es solo un acto de generosidad, sino de honestidad y hay muchos “líderes” que se quedan con el crédito que justamente corresponde a otros. El apropiarnos del trabajo de otros (sin el respectivo crédito) no solo implica una mentira, sino que es una injusticia.
Las ventajas del aprendizaje colaborativo están más que demostradas en varios países. Sin embargo, la idea de que copiar es válido, no sólo es absurda y deshonesta, sino que juega en contra de los propios alumnos. Nos demos cuenta, nos guste o no, la vida es un examen constante. Y más nos vale estar preparados, porque no hay a quien copiar.
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