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¿Por qué no dijo nada?

Denunciar una agresión sexual es un acto que requiere de valor y entereza. Las víctimas no sólo tienen que enfrentarse al agresor, sino que además, tienen que soportar críticas por su manera de vestir, beber, caminar o lo que sea.


Con admiración a quienes tienen el valor de denunciar una agresión sexual. Gracias. Su valor es contagioso.



Para quienes estén siguiendo las sesiones para la confirmación del Juez Brett Kavanaugh a la Suprema Corte de Estados Unidos en Comisión de Asuntos Judiciales del Senado de ese país, habían escuchado hasta el cansancio la frase: ¿Por qué Christine Blasey Ford no denunció a Kavanaugh en su momento?

Reconozcámoslo. Denunciar una agresión no es, ni ha sido fácil jamás. Existe una tendencia a culpar a la víctima de la agresión. O la falda estaba muy corta, la blusa muy escotada. Quizá víctima bebió demasiado o tardó demasiado tiempo en denunciar. Parecería que buscamos “algo” en la conducta de la víctima que haya logrado despertar los instintos salvajes del agresor. Si la víctima es menor de edad, entonces la culpa pasa a sus padres. Cuando Anthony Rapp acusó a Kevin Spacey de haberlo agredido sexualmente cuando tenía 14 años, muchos de los comentarios en Twitter culpaban a los padres de Reapp no de haber tenido el suficiente cuidado con su hijo. En muchos casos, puede ser que tengan razón. Las blusas pueden ser demasiado escotadas o la faldas demasiado cortas; quizá lo padres no cuidaron como es debido a sus hijos, pero esto no justifica una agresión sexual. Mucho menos, estos alegatos deben ser usados para culpabilizar a la víctima.

Denunciar una agresión sexual es un acto que requiere de valor y entereza.Las víctimas no sólo tienen que enfrentarse al agresor, sino que además, tienen que soportar los críticas por su manera de vestir, beber, caminar o lo que sea. Para muestra, basta ver los comentarios sobre Christine Blasey Ford en redes sociales. Después de haber tenido el valor de denunciar por abuso sexual a un hombre nominado para ocupar uno de los puestos mayor trascendencia en su país, ha recibido un sinfín de críticas, insultos e incluso, amenazas de muerte. ¡Una locura! ¿Qué clase de sociedad humilla a los valientes?

No todo está perdido. Después de muchos jaloneos políticos, el presidente Donald Trump anunció el viernes que había firmado una orden para pedir al FBI que investigue las acusaciones de abuso sexual en contra de Brett Kavanaugh. No puedo más que aplaudir su decisión. El investigar las denuncias es sumamente positivo no sólo para las víctimas, cuyas acusaciones son tomadas en cuenta, sino también para el juez Kavanaugh; ya que en caso de que las acusaciones en su contra fuesen desestimadas, su reputación dejaría de tener la sombra que hoy le acompaña.

Cualquier denuncia de agresión sexual debe ser escuchada son respeto y ser investigada a fondo. No importa si han pasado 5 minutos o 30 años desde que sucedió. Supongamos, por un momento, que las investigaciones del FBI arrojan que Christine Blasey Ford mintió; sería una señal fuerte y clara para todos aquellos que denuncian falsamente, de que sus acciones tendrán consecuencias. En caso contrario, si se demuestra que Kavanaugh fue quien mintió, el mensaje sería también positivo ya dejaría en claro que una agresión sexual no que queda impune.

Debemos aceptar que en pleno siglo XXI, sigue existiendo una reacción de la sociedad de culpabilizar a la víctima y justificar al culpable. Así mismo, que en nuestro país, las agresiones sexuales son un delito que va en ascenso. Si queremos que las cosas cambien, es imperante que dejemos de preguntarnos por qué una persona tardó tanto tiempo en denunciar una agresión sexual y empecemos, mejor, a tratar de eliminar las razones que la orillaron a callarla durante todos esos años. Sólo así podremos dar a las víctimas el respeto que merecen.


Buen domingo a todos.


PS. Sobre el reto de la semana pasada: ¿Cómo les fue con su lista? Les cuento que logré terminar más de la mitad de la mía.



Me gustaría oír tu opinión. Deja por aquí un comentario o escribe a: info@neteandoconfernanda.com o en Twitter @FernandaT

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