“Decimos una necedad y a fuerza de repetirla acabamos creyéndola”. - Voltaire
Un necio, nos dice el diccionario, es una persona que insiste en los propios errores o se aferra a ideas o posturas equivocadas, demostrando con ello poca inteligencia.
Ultimamente, por situaciones en mi vida, me he dado cuenta que la necedad es no sólo es señal de poca inteligencia o actitudes poco inteligentes como son la la soberbia y prepotencia. Hay quienes no pueden admitir que cometieron un error y son capaces de buscar a personas que confirmen su propia opinión, sin importarles o sin alcanzar a vislumbrar el daño que causan otros. Tal y como la frase de Voltaire, se aferran a su error, lo justifican y acaban creyendo sus propias mentiras y falsedades. Aferrados a su error, dejan a un lado la ética y la moral, la inteligencia y su propia conveniencia.
En ciertos momentos todos nos aferramos a posturas o ideas equivocadas. Deberíamos poder ponernos en los zapatos del otro o bien, conocer ideas que se oponen a las nuestras. Pero no sucede así. En nuestros momentos de necedad, tratamos de validar nuestro error buscando a otros que piensen como nosotros o nos den la razón (aplaudidores, maromeros o focas). Podremos sentirnos reconfortados, pero es un confort falso. Un error no enmienda otro error y únicamente resulta en más problemas. Duele, pero hay veces que es necesario desterrar nuestra necedad, aceptar el error y escuchar a los que no piensan como nosotros para buscar salidas a los problemas.
Ejemplos de necedad encontramos por todas partes, basta darse una vuelta en redes sociales para leer absurdas y anticientíficas ideas de la conspiración o salir a la calle para encontrar personas sin cubrebocas en plena pandemia o quienes se reniegan cuando les toman la temperatura en un centro comercial; parecería que no entienden estamos juntos en este viaje y que sólo con solidaridad y ciencia vamos a poder salir de éste problema.
La necedad, desafortunadamente, ha acompañado al hombre desde el principio de los tiempos. Aquí les dejo unas reflexiones de los grandes pensadores sobre el tema, que me hicieron reflexionar sobre el tema.
Un necio encuentra siempre otro necio aún mayor que le admira. –Nicolas Boileau
Se conocen infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que tienen talento. –Santiago Ramón y Cajal
Todo necio confunde valor y precio. –Antonio Machado
A palabras necias, oídos sordos. Refrán
La necedad es la madre de todos los males. –Cicerón
No hay cosa más difícil, bien mirado, que conocer a un necio si es callado. –Alonso de Ercilla y Zúñiga
Una necedad, aunque la repitan millones de bocas, no dejan de ser una necedad. –Anatole France
Desde los tiempos de Adán, los necios están en mayoría. –Casimir Delavigne
El malvado descansa algunas veces; el necio jamás. –José Ortega y Gasset
Los necios admiran, los sensatos aprueban. –Alexander Pope
El que habla a un necio, aunque sea prudente, parecerá también necio. –Eurípides de Salamina
Buen domingo a todos.
Espero tu opinión dejando un comentario en el blog, en mi cuenta de Twitter @FernandaT
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