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  • Foto del escritorFernanda de la Torre V

Ligar después de #MeToo

Cuando dos adultos solteros se enamoran, no hay mucho que decir. Nos da gusto a todos. La situación tiene un matiz más complicado cuando el romance surge entre un maestro y su alumna (o viceversa) o entre dos personas que trabajan en la misma empresa.

Detalle del pórtico, Dubrovnik, Croacia (Fernanda de la Torre)

El tema no es necesariamente nuevo. Los romances en el ámbito laboral han existido desde siempre. Es lógico, pasamos muchas horas en la oficina, así que no es difícil que surja un chispazo entre dos personas que trabajan en la misma organización. Lo mismo sucede en las aulas. De hecho, unos amigos muy queridos que tienen años de feliz matrimonio, se conocieron en la universidad, cuando él era profesor de la maestría que estudiaba su hoy mujer. Sin duda existen casos de éxito, pero el tema no es sencillo (para muchos, estos romances son sinónimo de dolores de cabeza); por lo mismo, la mayoría de las empresas y universidades tienen políticas claras al respecto.

Nuestras acciones tienen consecuencias. Además de denunciar los casos de acoso sexual en Hollywood, nos guste o no, el movimiento #MeToo ha cambiado la forma en que nos relacionamos y cómo ligamos. Después del boom mundial del movimiento, en todos los foros se leen comentarios de personas inseguras para iniciar un romance. ¿Cuántas veces sería correcto insistir para invitar a alguien a salir sin que lo consideren acoso? ¿Dos o tres veces? ¿A la primera? ¿Mejor no intentarlo? Basta echar un vistazo a Twitter para encontrar cientos de comentarios en este sentido.

La idea del movimiento es que alguien como Harvey Weinstein o Bill Cosby terminen en la cárcel, sin caer en el absurdo y que alguien pierda su puesto por haber invitado a salir a un colega dos veces o que te denuncien por acercarte mucho a una persona o por que le dijiste guapa. Siempre innovador, y para dar una luz en el tema, el periódico The Guardian tiene una nueva sección: Dating after #MeToo de la experta en relaciones Jean Hanna Edelstein dedicada a responder todas las preguntas sobre el romance en la época Post-#MeToo. La sección es muy interesante, los lectores envían cartas donde narran sus dudas o problemas y Edelstein, les da respuesta.


Muchos de estos problemas que se tratan en la columna de Edelstein (“¿Me gusta mi alumna que hacer?”) se resolverían con sentido común, (“Espera a que termine el curso para invitarla a salir”) pero sabemos que no es tan común en temas del corazón y menos ante la amenaza de una denuncia. Si te gusta una persona y rechazó un par de veces tus invitaciones a salir; habría que entender que el interés no es mutuo y lo correcto sería no seguir insistiendo. Conocer las políticas de tu empresa sobre el romance entre dos empleados es apropiado, independientemente de si te gusta alguien de tu oficina. Los flechazos de cupido son inesperados y es en tu beneficio saber qué hacer.

#MeToo debe hacernos reflexionar sobre el acoso, no aterrarnos sobre las citas, sin embargo es una consecuencia temporal y hay que aceptarla. A medida de que aumento el conocimiento sobre el acoso sexual, y todos tengamos más claro en que terreno pisamos, el miedo pasará, estoy segura. Entre tanto bienvenidos los esfuerzos como los de The Guardian para ayudar a entender el momento en que vivimos.


Buen domingo a todos.



Me gustaría oír tu opinión. Deja por aquí un comentario o escribe a: info@neteandoconfernanda.com o en Twitter @FernandaT

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