top of page
  • Facebook Social Icon
  • Twitter Social Icon
  • Instagram Social Icon
Foto del escritorFernanda de la Torre V

Trump y las redes sociales: ¿Censura o limites a la libertad de expresión?




“La libertad de expresión no es una licencia para abusar, es una responsabilidad” - Anónimo.


Todos amamos la libertad. Es algo tan preciado que hay quienes dan su vida por ella. Cuando cometemos ciertos delitos, recibimos como castigo la pérdida de ese bien. Sin embargo, nuestro justificado amor y aprecio por la libertad no debe hacernos olvidar que justo por esta importancia, la libertad no es absoluta, tiene límites y debemos respetarlos.

Escribo lo anterior porque ayer Twitter suspendió permanentemente la cuenta de Donald Trump. En un comunicado la empresa del pajarito azul anunció que había suspendido la cuenta del todavía presidente de los Estados Unidos. “Hemos suspendido permanentemente la cuenta debido al riesgo de una mayor incitación a la violencia", dijo Twitter en la publicación.


Con cerca de 90 millones de seguidores, Donald Trump ya había sido advertido por la empresa de que cerraría su cuenta si continuaba con tuits que incitaran a la violencia. Esto, después de los lamentables hechos del miércoles cuando unos fanáticos irrumpieron en el Capitolio. Mark Zuckerberg, presidente y fundador de Facebook, anunció el jueves por la mañana que Donald Trump sería bloqueado de Facebook e Instagram durante próximas dos semanas (por lo menos), debido a la decisión del presidente de usar esas plataforma para condonar en lugar de condenar las acciones de sus seguidores.


Antes de clamar “censura”, reflexionemos ¿Es en realidad censura o es un límite a la libertad de expresión? Desde las elecciones Twitter ya había puesto anuncios en la cuenta del presidente explicando que no había bases a sus dichos. Si algo ha caracterizado la presidencia de Donald Trump es su afición a mentir o hacer afirmaciones falsas, muchas de ellas en redes sociales. De acuerdo a un artículo publicado por The Washington Post el 13 de julio del 2020, el presidente Trump había dicho, hasta ese momento, más de 20,000 declaraciones falsas o engañosas. Tendencia que, de acuerdo con el diario, aumentó durante la pandemia.


Aunque nos gustaría saberlo todo, hay información que no conoceremos. Ya sea porque los editores de un medio decidan no incluirla en su publicación o programación por diversas razones; o bien, porque un gobierno decide reservar o clasificar esa información, cómo sucedió recientemente en nuestro país con los contratos de las vacunas del covid 19. En otras ocasiones, quien tiene la información preferirá callar y auto-censurarse por miedo a las represalias que la divulgación de esa información pueda ocasionar. Si bien no es algo que nos parezca positivo, no es una novedad y sucede en todas partes del mundo.


En esta defensa de la libertad, parece que hemos olvidado que Twitter, Facebook e Istagram tienen políticas claras (que rara vez leemos) sobre lo que podemos publicar (o no) en su red. Twitter claramente establece en su políticas que: “No puedes hacer amenazas de violencia contra una persona o un grupo de personas. También prohibimos la glorificación de la violencia”. Lo mismo sucede con Facebook e Instagram.


Twitter no es el único en condenar glorificación de la violencia. En México, los artículos 208 y 209 del Código Penal Federal sancionan a quien provoque públicamente a cometer un delito o haga la apología de éste o de algún vicio. Nuestra constitución en su artículo 6º claramente establece que: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público”.


El párrafo 5 del artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos establece: “Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional” (Gracias a Fer García Gómez por el dato).


¿Perturbó Trump el orden público? Aquí unas citas (tomadas del Twitter de @DoriToribio) del discurso del presidente Donald Trump el miércoles por la mañana en la “Marcha para Salvar a América” antes que sus seguidores irrumpieran en el Capitolio de Estados Unidos.


“Nunca nos rediremos. Nunca concederemos. Eso no pasará. No se concede cuando hay robo involucrado.”

“Nuestro país ya ha tenido suficiente. No lo aguantaremos más. Y de eso se trata esto.”


“Pararemos el robo… Ganamos estas elecciones. Y las ganamos por avalancha.”


“Ahora depende del Congreso enfrentarse a ese grandísimo ataque a nuestra democracia. Y después de esto, vamos a caminar y estaré ahí con vosotros. Vamos a marchar… a marchar hacia el Capitolio.”


Lo cierto es que no hubo ningún robo y John Biden ganó legalmente las elecciones de su país (por más de siete millones de votos). Todas las demandas que presentó el equipo del presidente Trump ante diferentes instancias fueron rechazadas. Esa es la realidad y así funciona la democracia; independientemente si le gusta a Donald Trump o no. No se debe cambiar la realidad con violencia. Por ello, diversos miembros del gabinete del presidente han renunciado y miembros del partido republicano han condenado las acciones de Donald Trump.

Sin lugar a duda, las redes sociales han tomado un lugar preponderante en la forma en que nos informamos. Desafortunadamente también es un hecho que las palabras que incitan a la violencia tienen terribles consecuencias y hay ya cinco personas muertas debido a los hechos violentos del miércoles en el capitolio. Facebook, Twitter e Instagram son empresas de particulares y tienen sus normas para la publicaciones, muy a tono –hay que recalcarlo–, con las normas internacionales y de nuestro país. Jack Dorsey y Mark Zuckerberg, tomaron las medidas que les parecieron pertinentes considerando la falta de cabalidad del presidente de su país y las reglas de sus empresas.


Creo que es muy importante no confundir los límites a la libertad de expresión con censura. No podemos “decir lo que sea”. La libertad tiene límites. Una cosa es manifestar libremente nuestras ideas o pensamientos y otra muy diferente, incitar a la violencia. Esto último, por sus graves consecuencias, está prohibido por la ley; y me parece muy positivo que así sea.





Buen sábado* a todos y gracias por leerme.


Espero tu opinión dejando un comentario en el blog, en mi cuenta de Twitter @FernandaT o enviando un correo a: info@neteandoconfernanda.com


*Por la pertinencia del tema, decidí publicar, sólo por esta ocasión, en sábado y no en domingo como usualmente lo hago. Gracias por su comprensión.





71 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page