El trato a los demás es importante. Desde luego que es una deferencia a los otros, pero sobre todo, habla de nosotros mismos. La forma en que tratamos a los que nos rodean, revela nuestra educación (o carencia de ella) nuestras prioridades y creencias. Si quieres conocer a alguien fíjate como trata a sus semejantes.
Mi amiga Clara fue víctima durante la semana de abuso verbal por parte de uno de los vecinos. Después de señalar ciertas irregularidades en el lugar dónde vive, uno de ellos estalló en su contra. Clara recibió gritos, injurias y amenazas por señalar la corrupción, al grado que asustada por la violencia del sujeto, tuvo que irse de la asamblea. Seguía escuchando sus gritos mientras avanzaba por el pasillo. Cuando Clara me lo contó me dijo: “Desde luego que me sentí mal y tenía miedo, pero lo cierto es que sus palabras no hablaban de mí, sino de su falta de educación y honestidad”.
El trato a los demás es importante. Desde luego que es una deferencia a los otros, pero sobre todo, habla de nosotros mismos. La forma en que tratamos a los que nos rodean, revela nuestra educación (o carencia de ella) nuestras prioridades y creencias. Si quieres conocer a alguien fíjate como trata a sus semejantes.
Las palabras con las que nos referimos a los demás, aunque no estén presentes también hablan de quién somos. Cuando alguien se refiere a otras personas usando términos despectivos como “criado”, “gato”, “naco”, más que definir al otro, está dando grandes pistas de la personalidad y educación de quien las profiere.
Los líderes deben ser aún más cuidadosos con las palabras que utilizan al referirse a otros, ya que tendrán influencia en sus seguidores. Un ejemplo claro son los tuits del presidente Donald Trump atacando a periodistas, políticos o empresarios. Sus víctimas no sólo sufren el ataque del primer mandatario en las redes sociales, sino que tienen que lidiar también con un ejercito de sus seguidores que repiten y multiplican sus insultos. El abuso es contagioso.
Estamos en tiempos de campaña. Las descalificaciones son cosa común. Por ello, quiero pedir de la manera más atenta a todos los candidatos (pero en especial a “ya sabes quien”) que se abstengan de utilizar términos discriminatorios o peyorativos en sus campañas. De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) “La discriminación es una práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo, que a veces no percibimos, pero que en algún momento la hemos causado o recibido”.
Es desprecio inmerecido calificar a los empresarios como “mafia del poder”. También lo es referirse a la prensa o ciertas personas como “fifí o “señoritingos” o aseverar que los estudiantes del ITAM son corruptos. López Obrador dice que todo es todo amor, pero su trato a los demás, en especial a quienes no piensan como él, revelan que es terco, intolerante y lleno de prejuicios. Un candidato que trata con desprecio a ciertos sectores de la sociedad, no está capacitado para ser presidente de todos los mexicanos. Y para muestra basta un botón. Escuchen sus palabras en 2004 después de la marcha por la paz. https://www.youtube.com/watch?v=N38xVxZb_cw “Son unos reverendos mentirosos, esos señoritingos, esos pirrurris de la derecha” y “Ahí andan con su campañita en favor de la paz y sus moñitos blancos ¿de qué paz hablan?”. Sí así era cuando Jefe de Gobierno, ¿Cómo será de presidente?
Dirán lo que quieran, pero no recuerdo ni a Felipe Calderón ni a Enrique Peña Nieto haberse referido con ese desprecio a manifestantes. El problema es que inspirados por las palabras de su líder, sus seguidores (o “solovinos”,como el mismo los llama) arremeten en versión corregida y aumentada contra aquellos que cuestionan a su líder. Desde luego que los opositores no se van a quedar callados. El encono en redes sociales es alarmante.
Hoy tendremos un debate entre los candidatos a la presidencia. Hay muchas cosas en las que poner atención, pero sobre todo, fijémonos en lo que su trato a otros revela de ellos mismos.
Buen domingo a todos.
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